TOMA DE MUESTRAS PARA ANALISIS DE SUELO EN EL OLIVAR

Como buenos agricultores, nuestro objetivo siempre debe estar encaminado a conseguir que, al final del ciclo tanto de cultivo como de uso, el suelo disponga de igual o más fertilidad que al inicio. Es importante resaltar que, por desgracia, con mucha frecuencia sucede lo contrario.

Las presentes instrucciones son de fácil seguimiento por parte del agricultor y se trata de un trabajo que puede realizar él mismo sin necesidad de recurrir a agentes externos.

 

¿Cómo elegir las zonas a muestrear y los puntos de muestreo?

El agricultor conoce bien la parcela a muestrear. Es importante incidir en que la muestra debe ser representativa. Por tanto, deberemos seleccionar parcelas uniformes y comprobaremos que las características del terreno sean uniformes: color, cultivos con labores homogéneas y textura superficial del suelo. En esta observación se limita las lindes de la parcela a muestrear.

Así, consideramos, para una parcela uniforme, una muestra cada 10 hectáreas, más   o menos. Si la parcela supera las 15 hectáreas, se aconseja sacar dos muestras. Cada muestra que se va a enviar a analizar, conformando el conjunto de 10 -15 submuestras. En este sentido, no debemos olvidar que tomar menos de diez muestras por parcela suele derivar en datos erróneos.

Se aconseja sacar una fotografía aérea de la parcela (podemos utilizar las herramientas Google Earth o Sigpac) e imprimir la misma. Sobre la imagen, se pueden marcar los puntos de las tomas de muestras y dibujar el recorrido a realizar.  Si no podemos conseguir esa fotografía aérea, se puede realizar un croquis o mapa indicando la posición aproximada donde se realizará el muestreo. Debemos evitar zonas donde se haya almacenado estiércol recientemente o que no sean típicas de lo que se pretende muestrear (surcos donde pasa a menudo el agua, restos de hogueras, etc.). Esta información debe ser almacenada, junto con los resultados de los análisis, para el seguimiento de la evolución de la fertilidad del suelo a través del tiempo. Asimismo, logramos conocer el punto exacto de la anterior muestra para la próxima toma en análisis posteriores.

 

Foto aérea sacada del Google Earth y diseñado el circuito de toma de muestras de la parcela

Hay un par de datos relevantes que debemos anotar:

·        Fecha de la toma de muestra: se puede realizar en cualquier época del año, aunque es recomendable que la toma de muestra no se haga de forma inmediata al abonado.

·        Localización de los puntos de las tomas de muestras en el olivar, el centro de las calles.

Como hemos indicado anteriormente, para asegurarnos que la muestra es representativa se tomarán entre 10-15 submuestras (de unos 100 gr. cada una) en diversos puntos siguiendo un diseño similar al que aparece en las figuras que mostramos a continuación.

 

(Foto: Fundación Caja Rural de Jaén- Olivarium )

 

¿Qué es la homogeneización de la muestra?

Es muy importante que nuestra muestra disponga de homogeneización. Para ello, eliminamos las posibles piedras a la muestra de tierra obtenida en cada muestreo y la desmenuzamos en caso de que existan terrones. A continuación, procedemos a mezclarla bien en un recipiente y extraemos una cantidad exacta que podemos depositar en una lata limpia, con objeto de utilizar siempre el mismo recipiente como medidor y así obtener el mismo volumen de la muestra en cada extracción.

Una vez realizado este proceso, depositamos nuestra muestra en un recipiente limpio y repetimos la operación tantas veces como submuestras extraigamos de la parcela. Terminado el muestreo, habremos obtenido un conjunto de muestras formado por todas las submuestras. Mezclamos bien todo el conjunto y extraemos 1kg del mismo, el cual depositamos en una bolsa plástica previamente rotulada de forma clara para identificar la muestra y la parcela.

 

¿Cómo tomar las muestras?

1.- Elimine restos de plantas, estiércol y demás que puedan quedar en la superficie, así como los cinco primeros centímetros de tierra vegetal de la superficie del punto de muestreo. A continuación, cave un agujero del ancho de la pala o azada con una profundidad de 20-30 cm en cultivos anuales (papas, hortalizas, etc.) y de 40-50 cm en cultivos de olivos o viña. Posteriormente, inicie el muestreo con el suelo limpio de vegetación.

 

2.- Coloque la punta de la pala o de la azada a 3-5 cm del borde del agujero y tome una lasca de tierra hasta la profundidad indicada, como se muestra en la figura posterior. 

  

Representación de la forma correcta e incorrecta de tomar la muestra de suelos.

( Foto: Fundación Caja Rural de Jaén- Olivarium )

En caso de que el terreno esté seco y no pueda tomar la lasca, raspe con cuidado de abajo arriba por uno de los lados del agujero, hasta los 2 o 3 centímetros. Así recogerá tierra desde el fondo hasta la superficie. Esta operación es mucho más fácil si se dispone de una barrena, manual o motorizada. Cuando se haya mezclado bien en el cubo, se toma uno o dos kilogramos. Recuerde conservar la identificación de la muestra.

¿Qué material se necesita?

Para realizar la toma de muestras necesitamos del siguiente material:

·        Herramienta común para hacer el agujero: pala-palín o azada limpia.  Mejor si hay barrena manual o motorizada.

·        Dos cubos de plástico limpio para ir recogiendo y mezclando las tomas.

·        Bolsas plásticas gruesas que no se rompan una vez llenas: Una por cada una de las muestras que luego se envíen al laboratorio.

·        Un rotulador de tinta indeleble para marcar las bolsas plásticas.

Una vez obtenidas las muestras, rotuladas y cerradas, se pueden remitir al laboratorio de análisis que se desee. Consulte previamente con el laboratorio la cantidad de muestra y datos necesarios para la interpretación (zona, cultivo, tipo de riego, etc.). Recuerde que un análisis de suelo completo tiene un coste de 40 € y le puede aportar una información valiosa para realizar una fertilización más eficiente y económica y menos agresiva al medio ambiente.